No había duda hace unas semanas de que este equipo no tenía alma ninguna, ni casta, ni coraje, ni huevos, pero a veces; cuando pones a un entrenador de verdad las cosas cambian y mucho. Este hombre sabe a que jugador debe darle confianza y a quien no, a que jugador hay que volver a enchufar y sabe poner a cada uno en su sitio. Ayer, Pizarro parecía un jugador completamente distinto, pocos pases fallados y mucha claridad y confianza, Sandro juega en su sitio y se vió de lo que es capaz y Roque Mesa, nadie sabía porque no jugaba, porque apenas contaba con minutos pues el otro día demostró su calidad y su casta lo que le hace mas que capaz de jugar en el equipo.Ayer el Sevilla de Caparrós jugó a lo que quería su entrenador, fútbol sencillo, pocos toques, atacar al espacio y gol, y si hay que sufrir se sufre, con este entrenador eso se le da muy bien porque es un maestro del otro fútbol tan importante. Ayer el Sevilla volvió a ser grande doce años después de nuestra primera gran gesta, Eindhoven.
Otro tema del que hablar es de Sergio Ramos, el jugador chutó los dos penaltis que le pitaron, uno al larguero y otro gol aunque luego pidió perdón, no sé que necesidad había de tirar el segundo ya que no les servía de nada y de haberlo fallado habría hecho el ridículo. Dani Ceballos exbético, volvía ayer al Pizjuán y jugó titular algo que no ha sido muy habitual esta temporada a pesar de que el chaval es muy buen jugador, es un tanto provocador, si se centrara acabará siendo una estrella el día de mañana.
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